El sapito más noble y trabajador. Con su sombrero de paja y su corazón de campo, representa la tradición y el orgullo jíbaro de Puerto Rico. 

¡Listo para la pelea! Con sus guantes bien puestos y mucha energía, este sapito es pequeño, pero tiene la fuerza de un campeón boricua. 

Fanático del béisbol como buen boricua, siempre anda con su bate y su gorra, soñando con dar un Home Run que lo haga leyenda. 

El más relajado del grupo. Ama la arena, las palmas y el sol caribeño. Siempre con actitud chill, listo pa’ la playita. 

Curioso y aventurero, este sapito no se pierde una. Con cámara en mano, quiere descubrir cada rincón y saborear todo Puerto Rico.